Sexo, alcohol y drogas: la cruda realidad del Parque Forestal de noche

Escondidas en las sombras siluetas masculinas se pasean por el Parque Forestal, sin dejar entrever cuál es su intensión.

Son cerca de las tres de la mañana y se ve cómo se practica sexo grupal, a vista y paciencia de vecinos y transeúntes, parece ser algo habitual, por el descaro de quienes se sumergen en los espacios más oscuros con tan de esconder en parte sus acciones.

Pero el sexo en medio de los arbustos no es lo único que los habitantes del sector deben soportar. Violentas peleas, consumidores de alcohol en la vía pública, venta y consumo de cocaína son la realidad de este parque que ya cumplió 112 años de vida y que la Municipalidad de Santiago pretende cerrar por las noches, para evitar comportamientos que vayan en contra de la ley durante las desenfrenadas noche de las que este centenario y tradicional parque ha sido testigo silencioso.

Sus más de 17 hectáreas de extensión y que cruzan dos comunas, ha perdido todo su glamour, según denuncian vecinos, producto de asaltos y del abandono de policías y guardias de seguridad, lo que ha permitido incluso la venta ilegal de alcohol y drogas, la que inescrupulosos anuncian a viva voz.

“Ahí mismo estoy hermano, de miércoles a domingo”, señaló uno de estos traficantes a un equipo de Chilevisión Noticias, al que tuvo acceso con cámara oculta.

Pasadas las dos de la mañana en frente del Museo de Bellas Artes, es frecuente ver a grupos de hombres que se reúnen en el sector, tan solo para practicar sexo oral, mientras el resto se masturba alrededor. Sexo grupal al aire libre, justo en frente de ventanas de vecinos y transeúntes.

Al respecto el comandante Gonzalo Araya, de la Primera Comisaría de Santiago, indicó que “como unidad hemos dispuesto servicios preventivos a partir de los días miércoles y especialmente los fines de semana, con el fin de controlar la situación”.

Sin embargo, Felipe Alessandri, alcalde de Santiago, aseguró que los vecinos están “agotados por la delincuencia en los parques, porque hemos conversado con las policías y es imposible mantener patrullas permanentes apostadas en el parque”, citando de paso la administración de Salvador Allende a principio de los años 70, quien envió a cerrar el Parque O´Higgins por problemas de similares características, señaló el edil.