El contraste es absoluto. En Arica y Dichato no hay un cobro establecido, mientras que en el litoral central un espacio puede costar hasta $5 mil por día.
Con más de 4 mil kilómetros de borde costero, las playas de Chile son un destino muy codiciado por turistas nacionales y extranjeros durante las vacaciones de verano. Muchos municipios lo aprovechan y generan importantes recursos a través del cobro por estacionar cerca de la costa.
Pero en el extremo norte del país no están de acuerdo con esta forma de producir ingresos, por lo que en hermosas y céntricas playas como El Laucho o La Lisera no hay que pagar ni un peso.
“En Arica la política municipal es dar el máximo de facilidades que existen para acceder a playas y otras bellezas de la región. Entendemos que así los turistas se llevarán una mejor imagen y volverán”, opinó a La Hora Salvador Urrutia, alcalde de la ciudad.
En Dichato, balneario del Biobío arrasado por el maremoto del 27F, tienen una opinión similar. “Los acomodadores de autos piden una propina voluntaria, pero no existe un cobro establecido. Para cobrar hay que prestar algún servicio adicional”, dijo Antonio Alomar, vicepresidente de la Asociación de Turismo, Gastronomía y Hotelería de la localidad.
Pero a medida que las playas se acercan a la zona central, la norma es cobrar (ver infografía). La mayoría de los municipios licita los espacios a concesionarias o cobra patentes a los recintos particulares que prestan este servicio.
En el destino más visitado por los santiaguinos, la Región de Valparaíso, los costos para estacionarse junto al mar son muy variados. Por ejemplo, en la playa Caleta Portales de la misma comuna hay un costo de $500 por cada media hora. “La idea es traer a la gente, no espantarla”, comentó Fernando Madrid, administrador de los estacionamientos. Mientras en Viña del Mar aún no los adjudican a concesionarias, por lo que por ahora no hay una tarifa obligatoria. “Sólo recibimos propina”, aseguró Manuel Bustamante, con 20 años de trabajo en Reñaca.
Desde el municipio explicaron a La Hora que la tarifa mínima por estacionamiento en el borde costero, que aún no está en operación, será de $340 hasta la primera media hora, luego se cobrará proporcionalmente por minuto adicional llegando a $680 por hora. Esto abarca desde 8 Norte hasta Cochoa, incluyendo el estero de Reñaca, con un total de 1.149 espacios.
“La razón por la cual debe cobrase es para ordenar el uso de los espacios públicos y permitir una rotación de los vehículos debido al aumento de la demanda en período estival”, apuntó la alcaldesa Virginia Reginato.
En Coquimbo se da otra situación. En el sector Peñuelas, al sur del casino de juegos, como en Tongoy y Guanaqueros, no se realizan cobros. Por su parte en La Serena, si alguien deja su lugar y luego vuelve a estacionarse, con el comprobante del pago de ese día no debe cancelar nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario