La policía de Filadelfia, en Estados Unidos, se llevó una sorpresa cuando detuvo a un hombre por conducir de forma extraña y descubrió que tenía dos disparos sin tratar en su cabeza.
El automovilista era un hombre de 29 años que, a pesar de que podía comunicarse y conducir, no quiso informar a las autoridades el origen de los impactos de bala en su rostro.
El vehículo que conducía, una camioneta Dodge roja, presentaba agujeros de proyectiles en la puerta y ventana del copiloto.
Tras ser detenido por la policía el joven fue trasladado al hospital de la Universidad de Temple, donde su condición fue evaluada como "crítica pero estable" según medios locales como Philly.com.
El control de los policías se realizó a las 19.00 horas (local) del martes 29 de septiembre en la intersección de las calles C y Somerset en Filadelfia.
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