La abogada Paola Tapia, nueva ministra de Transportes, deberá asumir grandes desafíos como la evasión histórica que tiene el Transantiago, que asciende a 34,6%, la licitación en el sistema de transporte capitalino y la tensa relación entre los taxistas y los conductores de aplicaciones como Uber y Cabify.
LA ALTA EVASIÓN
A fines de febrero se conoció que el porcentaje de evasión que afecta al sistema de transporte capitalino Transantiago llegó a un punto récord de 34,6%.
Carlos Melo, subsecretario de Transportes, abordó esta compleja situación el 28 de febrero pasado en Ahora Noticias, donde dijo que "nuestra evaluación no es positiva. Preocupan dos factores, el primero es la situación de injusticia que se genera con los usuarios que sí pagan, porque finalmente el usuario que paga ve afectada la calidad del servicio y además se ve expuesto a alzas de tarifas por este 34,6% de personas que no pagan su pasaje".
Respecto a este último punto, el probable incremento de las tarifas, la autoridad sostuvo que "es una posibilidad, hay una evaluación permanente del panel de expertos que sumando los ingresos por tarifa, más aquellos procedentes del subsidio, calculan si los recursos alcanzan para la operación del sistema. Sin subsidio, el Transantiago debería costar $1.000".
Respecto a las posibles soluciones, Melo dijo en ese momento que una opción es dirigir ciertos subsidios a grupos de la población cuya situación económica no les permite pagar el pasaje. "Pero también hay un grupo muy grande que hoy evade simplemente por no pagar o también porque por ejemplo no reconoce o no tiene que validar en todas las etapas, tras 10 años de funcionamiento del sistema", indicó.
Finalmente, sostuvo que "estamos tomando medidas importantes por facilitar el pago, como el saldo de emergencia las 24 horas del día o los puntos de recarga que en los últimos cuatro años han aumentado más de un 78%".
UBER VERSUS TAXISTAS
Otro punto que deberá ser abordado por la nueva ministra de Transportes es la irrupción en Chile de aplicaciones como Uber y Cabify, las que ofrecen un sistema similar a los taxis, pero que no están regulados.
Precisamente por este punto es que los taxistas han protestado en más de una oportunidad, ya que acusan una competencia desleal.
El ahora ex ministro Andrés Gómez-Lobo impulsó un proyecto para regular estas apps, iniciativa como conocida como "Ley Uber", que establece que estas entidades podrán operar con taxis o con vehículos que reúnan elevados estándares de confort y tecnología. En este último caso, deberán pagar un valor por kilómetro recorrido que permita una asignación eficiente del uso del espacio vial y reduzca las pérdidas de bienestar social.
Asimismo, fija que los operadores de estas aplicaciones estarán obligados a entregar información sobre viajes al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, de modo que ésta pueda ser usada en la gestión del tráfico y en el diseño de nuevas políticas para el transporte remunerado de pasajeros.
Dicho proyecto se discute actualmente en el Congreso.
Por este tema, el 8 de febrero pasado Gómez-Lobo tuvo un tenso diálogo con un taxista. El taxista preguntó: “¿Uber paga impuestos en Chile? No paga impuestos”. A lo que el en ese entonces ministro respondió: “Y ustedes tampoco. Están exentos (...) La gente prefiere Uber”.
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