¿Sabía que en el Vaticano pagan un bono cuando muere el Papa?

En el Vaticano aún hay empleados que recuerdan con nostalgia 1978. En esa ocasión, murieron dos papas (Paulo VI y Juan Pablo I) y hubo dos cónclaves de cardenales para elegir al nuevo jefe de la Iglesia Católica. Es decir, los funcionarios de la Santa Sede recibieron ese año cuatro bonos extraordinarios a su paga habitual.
Y es que en el Vaticano existe la tradición de dar un bono por el trabajo extra que significan para los empleados esos acontecimientos. Por ejemplo, a las ceremonias de exequias llegan miles de personas, periodistas y dignatarios de todo el mundo, que requieren atención. Del mismo modo, un cónclave implica la llegada de purpurados de todo el orbe que mantienen decenas de reuniones y encuentros antes y después de la elección. Así también está todo el protocolo que sigue a la elección del Pontífice.
Pero los tiempos han cambiado y en esta ocasión los funcionarios no recibirán bonos.
Primero, porque el papa anterior no murió, sino que renunció (el 11 de febrero), algo que no había ocurrido en 600 años. “Como fue renuncia y no fallecimiento, esa especificación no aplicó”, indicó una fuente del Vaticano. Y segundo, porque el papa Francisco parece decidido a extender su austeridad a quienes lo rodean. “No creo que haya ningún bono”, dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

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